Quedo con un amigo que le tengo mucha confianza de hablar por internet, y tengo que coger el metro para ir a su barrio, aunque nosé muy bien que parada tengo que coger.
Entonces veo a una chica, con el pelo negro, vestida de negro, y mirando a la via, sentada, con cara de estar cansada.
Voy a sentarme a su lado y le digo:
-Hola, ¿te pasa algo?, -No, nada, es que estoy esperando el metro. -Ah, y ¿dónde vas? -No lo se. -¿Como que no lo sabes? -No, no lo se. -Pues yo me voy a visitar a un amigo que hacía tiempo que no lo veía. -Me alegro. ¿Sabes porqué no se donde voy? -¿Porqué?
La chica me cogió del rostro, y con cara de desesperada me dijo.
-Porque te amo.
Vi en el bloque de las paradas, que le faltaban 5 segundos para que el metro llegara. La chica comenzó a correr hacia el principio de la estación, se tiró a la vía dándome besos con la mano.
Me sentía culpable y me volví a casa, sin ir a visitar a ese amigo.
Después de pasarme días y días sin dormir, me llegó una carta, que era de la madre de la chica, y decía que fuera a su casa porfavor.
Yo, claramente fui, con un poco de miedo a que me echaran la culpa.
Su madre, llorando, me dijo que su hija no había sentido nunca ese sentimiento por alguien, y que como se sentía inferior no quería declararse y que le dieran “calabazas”, así que me dijo eso y se tiró a la vía del metro.
Ella me dió una pequeña nota y me dijo medio llorando -Me pidió antes de ir a conocerte que te diera esto. Yo le di un abrazo para que se mejorara, y le di el pésame.
Cuando llegué a casa me encerré en el cuarto. Abrí la nota, y vi que estaba escrito un correo electrónico que me sonaba de algo, abrí el messenger y me encontré que con el chico que había quedado no era un chico, sino que era ella, la chica que se suicidó.
20 de Juliol de 2007
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