Esta historia comienza en un pueblo que no sabríamos decir exactamente dónde es, era un pueblo de hace poco tiempo, un pueblo tranquilo, dónde los niños jugaban tranquilamente por la calle, a veces con delincuencia, imáginaos un paisaje de la historia Oliver Twist. Un niño, debajo de un puente, pobre, solo, con el piano que le dejó su abuelo, y con un padre borracho y pobre, pero que se esfuerza por sacar a su hijo adelante. Este niño se llama Deiwos, un nombre del extranjero, pero sus conocidos le llaman, Diw.
Este chico, después de morir su abuelo, le dejó unos papeles, en blanco, pero se veía algo borroso sobre ellos, una especie de notas, pero que eran demasiado difícil de descifrar. El chico, pasó del piano, pero una noche que estaba intentando descifrar, oyó por detrás suyo, con voz bastante tenebrosa: -Se que lo sabes hacer hijo mio…, se giró de repente, y vió solamente a un gatito que pasaba por allí.
Al día siguiente, el niño iba paseando por la calle, contaminada, con ratas y basura por los suelos, y se encontró con una chica muy mona, con una melena que le tapaba los ojos, Diw le preguntó, -Oye, ¿te pasa algo? -No, pero me acaba de venir el bajón…-dijo ella. -¿Porqué? -dijo Diw. -Pues porque tengo algo muy interesante que enseñarle a alguien, pero no tengo amigos, ni familia, ni conocidos a los que contárselo.-pronunció con bajón. -¡Enseñámelo a mi mujer!, y no estes asi…-dijo amablemente Diw.
La chica se llamaba Lilith, de família rica, pero sus padres murieron para salvarla a ella en la guerra que acabó hace poco. Le contó que había una cosa muy interesante detrás del parque, en la plaza Iblís. Los dos iban hacia la plaza cuando de repente vieron brillar una luz roja en el valle de detrás de la plaza.
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